Cómo podar un bonsái por primera vez fácilmente sin dañarlo
Si estás empezando en el mundo del bonsái, uno de los momentos más importantes y, al mismo tiempo, intimidantes, es la primera poda.
Pero no te preocupes, aunque pueda parecer complicado al principio, podar un bonsái es un proceso que, con paciencia y práctica, podrás dominar.
La poda es esencial para darle forma a tu árbol, fomentar su crecimiento y asegurarte de que se mantenga saludable.
Si quieres disfrutar del proceso y lograr un bonsái bien cuidado, sigue leyendo para hacer tu primera poda sin dañar al bonsái.
¿Por qué es tan importante la poda en un bonsái?
La poda es una de las prácticas más fundamentales en el cuidado de un bonsái.
No solo ayuda a mantener su forma estética, sino que también contribuye a la salud del árbol. ¿Por qué es tan esencial?
Porque a través de la poda, controlamos el crecimiento del bonsái, eliminamos ramas muertas o enfermas, y estimulamos la producción de nuevas ramas y brotes.
De esta manera, el árbol crece de forma equilibrada, permitiendo que sus nutrientes se distribuyan mejor y favorece su desarrollo general.
Además, la poda es clave para mantener el árbol a una escala miniatura.
Si no podamos un bonsái, puede llevar a que crezca de manera desordenada, con ramas que bloquean la luz y sin la estructura deseada.
Al cortar las ramas, limitamos su crecimiento vertical, y podemos moldear el bonsái para que se ajuste al estilo que deseamos.
Esto no solo se trata de estética, sino de una forma de conectar con la naturaleza y modelar el árbol según nuestras preferencias.
Es cierto que cuando realizas la poda por primera vez, puede generar algo de duda, pero recuerda que esta es una oportunidad para interactuar de forma activa con tu bonsái y empezar a comprender mejor sus necesidades.
¿Cuándo es el mejor momento para hacer la primera poda?
El mejor momento para podar tu bonsái por primera vez es justo después de que el árbol haya pasado su fase de descanso, lo cual suele ser al final del invierno o principios de la primavera.
Durante este periodo, el bonsái comienza a entrar en su ciclo de crecimiento, convirtiéndolo en el momento perfecto para darle forma sin causar mucho estrés al árbol.
Podar en esta etapa asegura que el árbol tenga suficiente energía para cicatrizar rápidamente y crecer de manera saludable.
Lo ideal es que tenga entre 1 y 3 años.
Si el bonsái es muy joven, también es recomendable esperar a que tenga algunas ramas y raíces establecidas antes de hacer la primera poda, así la estructura será más fuerte y resistente.
Evita podar cuando el árbol esté en pleno crecimiento activo o en épocas de estrés, como después de trasplantes, sequías o enfermedades, ya que el árbol necesitará toda su energía para sanar y adaptarse.
¿Qué tipo de poda vas a hacer en tu primer bonsái?
Cuando podas un bonsái por primera vez, es importante saber qué tipo de poda vas a realizar, ya que cada técnica tiene un propósito distinto.
Ambas son necesarias para que tu bonsái crezca sano y se mantenga dentro del estilo que deseas, por lo que será importante que te familiarices con cada uno según la edad y el estado de tu bonsái.
Poda de formación
Este tipo de poda se realiza para darle al árbol su forma básica.
La poda de formación se hace principalmente en bonsáis jóvenes o nuevos, para eliminar ramas mal posicionadas, cruzadas o aquellas que no contribuyen al diseño deseado.
También se eliminan ramas gruesas o que crecen en dirección no deseada para permitir que el bonsái se desarrolle de forma equilibrada.
Es una poda más radical, que implica cortar ramas importantes para definir el futuro aspecto del árbol.
Poda de mantenimiento
La poda de mantenimiento, por otro lado, es más ligera y se realiza regularmente para mantener la forma del árbol.
En este tipo de poda, eliminamos ramas nuevas, brotes que crecen en exceso o que no encajan en la estructura.
Este tipo de poda es ideal para controlar el crecimiento, asegurar una buena aireación en el interior del árbol y permitir que la luz llegue a todas las ramas.
Es menos invasiva que la poda de formación y se hace principalmente durante la temporada de crecimiento.
Qué herramientas necesitas para podar tu bonsái por primera vez
Para podar tu bonsái correctamente y sin dañarlo, es importante contar con unas herramientas básicas:
- Tijeras de poda: ideales para cortar ramas pequeñas y finas.
- Podadora cóncava: para eliminar ramas más gruesas sin dañar la corteza.
- Alambre para bonsái: un alambre flexible y fuerte ayudará a sujetar las ramas sin dañarlas.
- Pasta cicatrizante: para proteger las heridas grandes y evitar infecciones.
- Corta alambres: si decides utilizar alambrado, esta herramienta es imprescindible para quitar el alambre sin dañar el árbol.
Cómo podar un bonsái por primera vez paso a paso (y qué hacer después)
Ahora que tienes tus herramientas listas, es momento de abordar cómo podar tu bonsái por primera vez.
Aquí te dejamos un paso a paso fácil de seguir para no cometer errores.
Paso 1: Observa tu bonsái
Antes de empezar a podar, observa tu bonsái desde diferentes ángulos. Piensa en el diseño que quieres lograr y en la forma que deseas que tome tu árbol.
Es importante definir el estilo antes de empezar a cortar.
Paso 2: Elimina las ramas secas y muertas
Comienza por cortar las ramas secas, rotas o muertas.
Estas ramas no solo afectan la estética de tu bonsái, sino que también pueden obstaculizar el crecimiento de otras ramas más saludables.
Paso 3: Recorta las ramas no deseadas
El siguiente paso es eliminar las ramas que no siguen la estructura del bonsái. Si hay ramas que crecen hacia adentro o en direcciones indeseadas, retíralas para mantener una distribución equilibrada y permitir que la luz llegue a las partes internas del árbol.
Paso 4: Da forma a las ramas principales
Si tu bonsái tiene ramas principales, recórtalas de acuerdo con la forma que desees lograr. No elimines demasiado de golpe, mejor recorta poco a poco.
Si la rama está demasiado larga, corta por la parte que se conecta con el tronco para evitar que quede desproporcionada.
Paso 5: Usa el alambrado
Si deseas dar forma a las ramas, puedes utilizar el alambrado para doblarlas suavemente en la dirección que desees.
Asegúrate de no aplicar demasiado alambre para evitar dañar las ramas.
Paso 6: Aplica pasta cicatrizante
Si has realizado cortes grandes, aplica pasta cicatrizante en las heridas para ayudar a prevenir infecciones y acelerar la curación.
Paso 7: Cuida tu bonsái después de podar
Una vez terminada la poda, asegúrate de mantener tu bonsái en un lugar con buena luz (pero sin sol directo durante el primer día después de la poda).
Mantén su riego regular y evita moverlo demasiado para que se recupere sin estrés.
¿Qué hacer después de la poda?
Después de realizar la poda, es importante continuar con los cuidados adecuados.
No olvides continuar con el riego, el abonado y el alambrado si es necesario.
También realiza seguimientos periódicos para asegurarte de que el bonsái está creciendo de la forma que deseas.
La poda es solo el inicio de un proceso continuo que te permitirá ver la evolución de tu bonsái a medida que lo cuidas.
¿Cuándo se hace la próxima poda?
Una vez que has podado tu bonsái por primera vez, es importante saber cuándo es el momento adecuado para la próxima intervención.
La poda de mantenimiento se realiza varias veces al año, pero depende del crecimiento de tu árbol.
Factores a considerar para la siguiente poda:
- Crecimiento activo: en general, la poda de mantenimiento debe hacerse durante la temporada de crecimiento activo de tu bonsái, es decir, en primavera y verano.
- El tamaño de las ramas: cuando las ramas crecen más de lo que deseas, es hora de podar para mantener la forma.
- La salud del árbol: si observas que tu bonsái está débil o que algunas ramas están dañadas, una poda ligera ayudará a fortalecerlo.
En la mayoría de los casos, después de la poda inicial, la siguiente poda se realiza entre dos y tres meses después.
Si es un árbol joven, es posible que tengas que podar con más frecuencia para fomentar el crecimiento de ramas más pequeñas y controladas.
Consejo: Realiza pequeñas podas frecuentes en lugar de podar demasiado de una vez para no estresar al bonsái.
Consejos para evitar errores al podar tu primer bonsái
Si es la primera vez que podas un bonsái, probablemente querrás evitar cometer errores que puedan afectar a su salud:
- No elimines demasiadas ramas de una vez: es importante no cortar más del 30% del árbol en una sola poda, ya que podrías estresar al bonsái. Si necesitas podar más, hazlo en varias sesiones espaciadas.
- Nunca cortes las raíces en la primera poda: si bien la poda de raíces es importante en el mantenimiento de los bonsáis, esta debe realizarse solo cuando el árbol sea más maduro. No lo hagas durante la primera poda.
- Utiliza herramientas limpias y bien afiladas: el uso de tijeras y herramientas limpias es fundamental para evitar dañar al árbol o transmitir enfermedades. Si las herramientas están desafiladas, podrías hacer cortes irregulares que tarde en sanar.
- Evita podar durante el frío o el calor extremos: la poda es mejor durante las estaciones más suaves (primavera y otoño). Si podas en condiciones extremas de calor o frío, tu bonsái podría tardar más en recuperarse.
- Dale tiempo para recuperarse: después de podar, asegúrate de que tu bonsái se recupere. Evita realizar otras tareas de mantenimiento o moverlo mucho hasta que veas que las nuevas ramas están empezando a crecer de nuevo.
- Observa y aprende: cada bonsái es diferente, por lo que observar el crecimiento y las reacciones de tu árbol a la poda te ayudará a entender mejor sus necesidades. No te preocupes si no todo sale perfecto en el primer intento, es parte del proceso de aprendizaje.
Recuerda que, con paciencia y práctica, podrás realizar una poda adecuada para que tu bonsái crezca fuerte y saludable.
Escrito por Mª Carmen MulaTe puede interesar: Los mejores bonsáis para principiantes
