Guía: Trasplante bonsái Juniperus (Junípero)
En este artículo te mostramos cómo realizamos el trasplante de un bonsái junípero (Juniperus sabina) diseñado el otoño pasado.
Un trabajo respetuoso con el cepellón y centrado en mantener la nueva inclinación del árbol.
Giro 360º inicial
Antes de comenzar, realizamos un giro de 360 grados para observar el estado general del bonsái. Esta visión completa nos permite revisar su evolución desde el diseño inicial, entender la distribución del verde y confirmar que es el momento adecuado para el trasplante.
Extracción del árbol de la maceta
Con cuidado, retiramos la sabina de su maceta de entrenamiento. Esta fase es clave para no dañar las raíces, ya que el objetivo era mantener el cepellón lo más intacto posible y aprovechar la estructura radicular existente.
Primer palilleado
Comenzamos a trabajar la parte externa del cepellón usando el palillo. El sustrato estaba en buenas condiciones, lo que nos permitió airear la tierra sin complicaciones y preparar el terreno para el peinado de raíces.
Eliminación del tocón en la raíz
Durante el proceso, detectamos un tocón innecesario en la parte inferior del tronco. Lo eliminamos cuidadosamente para facilitar el asentamiento del árbol en la nueva maceta y mejorar el diseño en su base.
Palilleado y peinado de raíces
Con el tocón eliminado, seguimos peinando las raíces. Gracias a la textura suelta del sustrato, pudimos recolocar muchas de ellas sin necesidad de grandes cortes. Esto ayuda a mejorar la distribución dentro de la nueva maceta y favorece el enraizamiento.
Preparación de la nueva maceta
Escogimos una maceta de transición: no será la definitiva, pero sí la adecuada para mantener la nueva inclinación del árbol durante esta etapa. Preparamos el drenaje, los anclajes y una base de sustrato limpio.
Colocación del árbol en su nueva posición
Situamos la sabina en su nueva orientación, adaptándola a la inclinación diseñada meses atrás. Esta colocación marca un paso importante en la evolución estética del árbol, y servirá como base para futuros trabajos de refinamiento.
Relleno con sustrato
Una vez fijado el árbol, comenzamos a rellenar la maceta con sustrato. Lo hacemos poco a poco, asegurándonos de que el sustrato entre bien entre las raíces para evitar bolsas de aire y asegurar una buena sujeción.
Ajuste final de raíces y compactado
Con el cepellón ya cubierto, ajustamos las raíces visibles y presionamos ligeramente el sustrato para garantizar estabilidad. Esta etapa es clave para que el árbol quede firme y comience su adaptación a esta nueva fase.
Giro 360º final
Finalizamos el proceso mostrando de nuevo el árbol desde todos sus ángulos. Ya adaptado a su nueva maceta, la sabina mantiene su inclinación diseñada y queda lista para seguir su evolución hasta el próximo trasplante definitivo.
Escrito por Mª Carmen Mula